viernes, 24 de agosto de 2018

Los tres pozos, un juego minimalista.

El inmenso desierto de Khrîll es un lugar inhóspito con abrasadores temperaturas de día y noches capaces de congelar a quien no encuentre refugio. Parecería que nadie es capaz de sobrevivir en ese infierno de arena y sol, pero es el hogar de numerosas tribus nómadas que vagan a lomos de sus tortugas de las arenas en busca de los efímeros pozos que les proporcionan la necesaria agua.

Por las noches montan sus campamentos colocando las tortugas formando un circulo en la parte exterior. Ese impresionante muro de caparazones les protege de los depredadores mientras descansan, trabajan o se divierten. Muchas de esas diversiones consisten en juegos de tablero o habilidad, el más antiguo de ellos en uno llamando "Los Tres Pozos". Un juego que, a pesar de haber perdido su antiguo carácter religioso, sigue siendo muy popular en los campamentos nómadas.

Tablero y fichas compradas a un nómada de la tribu Gahena Rûmm

El juego se compone de un pequeño tablero de nueve casillas (tres de ellas agujereadas) y tres piezas de diferentes colores, en ocasiones unidos mediante una tira de cuero o cuerda. Suelen estar construidos en concha de tortuga o con la escasa madera que se encuentra en Khrîll. El tablero representa el desierto, los agujeros pozos de agua y las fichas cada una de las tribus que vagan por él.

Disposición inicial del tablero

Las reglas son sencillas:
  • Cada uno de los dos jugadores elige una ficha, representando la restante una tribu neutral. 
  • Comienza un jugador elegido al azar. Tradicionalmente quien acierta en que mano está la ficha neutral.
  • En su turno cada jugador mueve primero su ficha y después la ficha neutral. Se pueden colora en cualquier parte del tablero y es obligatorio mover ambas fichas (las tribus no se detienen).
  • Al finalizar su turno el jugador se lleva un punto por cada pozo cubierto por su ficha (las tribus precisan agua). La ficha neutral no puntúa.
  • Gana quien consiga doce puntos, pero solo si el otro jugador ha conseguido al menos seis (las tribus son solidarias). Si el otro jugador tiene menos de seis puntos es él quien gana. En ocasiones es mejor forzar al otro jugador a conseguir puntos en lugar de hacerlo uno mismo.
  • Si se juega más de una partida, ganar por alcanzar 12 puntos cuenta como dos victorias y por no llegar a 6 como una sola. Cada partida la suele comenzar el perdedor de la anterior.

El primer jugador ha movido su ficha (oscura) y la neutral (blanca)
consiguiendo un punto.

Ultimamente este juego ha adquirido cierta popularidad en las casas de apuestas y callejones de la ciudad estado de Bunnenburg. Los jugadores suenen poner cada uno un número de monedas prefijado en un cuenco y van retirando tantas como victorias van consiguiendo.

Nota: este juego es una versión tematizada y adaptada al mundo de Vieja Escuela del 3-spot game creado por Edward de Bono con la idea de hacer un juego minimalista en componentes y reglas.

Nota 2: el tablero y fichas son el resultado de un par de tardes de trabajo manual con unas cuantas herramientas y unos recortes de madera de desecho (tablas de encofrar y palets). Os recomiendo hacerlo de vez en cuando.

1 comentario:

  1. Muy chulo, me ha gustado la explicación que has dado al trasfondo del juego. Por cierto, ¿cómo es que has cambiado la posición de partida de la propuesta originalmente? ¿No da una posición demasiado ventajosa a quien empieza el juego?

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